Entregué la solicitud
y a los veinte días
volví a preguntar
El funcionario me miró
como si estuviese a punto de pasar a un vis a vis
en el penal de Daroca,
examinó los papeles
clavó los ojos en la pantalla del ordenador
y como el cacheo —esta vez—
resultó negativo
con dolida voz, sentenció
“APROBADO”
Me esfumé del lugar
igual que Roque Dalton
el día en que un terremoto
derribó el muro de la cárcel de El Salvador
donde estaba preso.
Lander Laborde
Invierno 2012
Invierno 2012