miércoles, 29 de febrero de 2012

JUBILACIÓN


Entregué la solicitud
y a los veinte días
volví a preguntar

El funcionario me miró

como si estuviese a punto de pasar a un vis a vis
en el penal de Daroca,
examinó los papeles
clavó los ojos en la pantalla del ordenador
y como el cacheo —esta vez—
resultó negativo
con dolida voz, sentenció
“APROBADO”

Me esfumé del lugar
igual que Roque Dalton
el día en que un terremoto
derribó el muro de la cárcel de El Salvador
donde estaba preso.




Lander Laborde
Invierno 2012