martes, 5 de noviembre de 2013

SOMBRAS DEL VIENTO


Se confunden cielo y mar
tiembla el horizonte
y un mar sin barcos
un mar primigenio
se abre ante mí
olas que se quiebran
golpean como puños las rocas
se estampan contra ellas
abriéndose en abanicos hacia las nubes
y se precipitan como ríos
que inundan el litoral
el viento brama
y ondula la foresta del acantilado
mientras mis ojos y mi boca
se mojan de sal
yo, que de la montaña vengo
yo, que ante la tormenta
he visto huir a las aves y guarecerse
en lo más recóndito del bosque
a ti te pregunto —embravecido mar—
entre tus olas que se derrumban
esas gaviotas
esas sombras del viento
¡cómo pueden volar?