jueves, 5 de noviembre de 2009

CAMPOS DE MELANCOLÍA


Pasó el primero de noviembre
ya nadie acompaña a los difuntos
sobre las tumbas mueren las flores
y el viento se llevó los lamentos

Cementerio, campos de melancolía
ciudad de los muertos
calles de ángeles
calles de santos
cruces y más cruces
sobre los restos yertos
ya nadie acompaña a los difuntos

Dos claveles cruzados
sobre una tumba sin nombre
lágrimas vanas sobre el mármol frío
no sabe el cadáver quien llora
ni si es por amor o desamparo
más vale amar a los que quedan
que de nada sirve a los muertos
flores rezos y lamentos.





Lander Laborde
Otoño 2008

lunes, 19 de octubre de 2009

LA MANO ABIERTA

A Roberto



Crece un roble junto al río
en cuyas ramas anidan los recuerdos
Leitzaran, Berazubi y Rabanera del Pinar
aleteos del pasado
que viven en los campos de la memoria
y cubren el vacío de tu ausencia

Donde nada se refleja
el río canta con su garganta blanca
una melodía que adormece
y en el umbral del otoño
regresan los recuerdos,
pájaros caídos
en medio de la foresta verde

Tus ojos claros, la mirada franca
y la mano abierta
nada quedó en la soledad del olvido
la mano abierta, amigo
como las ramas de un roble.





Lander Laborde
Verano 2009

miércoles, 2 de septiembre de 2009

viernes, 14 de agosto de 2009

TÉ Y CAFÉ



A la casa donde nací
—casco viejo de Tolosa—
acudía fray Kaxiano
de Lizartza y Franciscano,
mi abuela le servía su café
y al tomarlo siempre lo decía:
“a mi me gusta el café
caliente como el infierno
negro como el demonio
dulce como el ángel”

Medio siglo después
en el barrio 2 de Mahbes
—campamento saharaui de Smara—
Raiba prepara el té
como la tradición señala
el primero amargo como la vida
el segundo dulce como el amor
el tercero suave como la muerte

Y al salir de la haima,
en la tranquilidad de la noche,
bajo un cielo de estrellas lleno
pensé que es bueno saber
que un ángel es un amigo
o tal vez una estrella
que el demonio es el egoísmo
o tal vez uno mismo
que el infierno es la miseria
y no sólo la de fuera
y aunque la vida
también puede ser dulce
y el amor amargo
libre es quien decide el rumbo
hacia el fatal destino
sea el camino corto o sea largo.





Lander Laborde
Verano 2007

miércoles, 12 de agosto de 2009

¡QUE LLUEVA LO QUE QUIERA!


Mi trabajo termina tarde
o tal vez pronto, no lo sé,
al pisar la calle agoniza la noche
y al atravesar la ciudad dormida
no pienso en la lluvia
que azota paredes puertas y ventanas
ni en la mujer de negro
que se aleja por la avenida con su paraguas verde
ni en las luces de navidad
que bailan con la música del viento
y aunque tiemblan postes y semáforos
y los tamarindos parecen huir como demonios
y resbala el agua por el chubasquero
y las botas y el casco entero
en nada de eso pienso

Sólo me acompaña un deseo
llegar a casa y deslizarme
bajo el dormido paisaje de tus ojos
refugiar mi corazón junto al tuyo
bajo el paraguas de mis brazos
y fuera, en el frío de la noche,
¡que llueva lo que quiera!





Lander Laborde
Invierno 2007

viernes, 17 de julio de 2009

LO QUE LA CALLE GUARDA


Nadie sabe lo que la calle guarda
en el cerrado cofre de su pasado

Atrás quedó el aliento seco de la pobreza
en aquel país lejano que la vio nacer
sola, en medio de la calle
la ropa gris como de piedra
arroja paladas de grava y arena
sobre la descarnada tierra

Cada adoquín que sus manos encajan
en el inmenso puzzle de la calle
es el pan de hoy
y un trozo de esperanza

Pronto vendrán los nuevos amos
con trajes de alpaca vestidos
cortaran una cinta al cabo de la calle
y pisarán con sus zapatos nuevos los adoquines
que nunca estuvieron en sus manos

Nadie se acordará de aquella mujer
la ropa gris como de piedra
el pelo negro la mirada serena
se habrá ido como una sombra
con su canción revolucionaria
vivo recuerdo de la pachamama

Nadie sabe lo que la calle guarda
en el cerrado cofre de su pasado.




Lander Laborde
Verano 2009

domingo, 5 de julio de 2009

SÓLO ESTÁ EN TUS OJOS




Si la alegría se convirtió
en un recuerdo lejano
si todos los días
son el mismo día
si la soledad transformó
tu sonrisa en llanto
y definitivamente perdiste la ilusión
piensa que ese horizonte
sólo está en tus ojos


Busca la mirada franca
del amigo que te escuche
háblale de tus saudades
y de los sueños que relegaste
y en la vida pisa firme
decide tú el sendero
de una vida libre
pero antes mira dentro
no sea que vivas
sin amor muriendo.




Lander Laborde
Invierno 2007

domingo, 14 de junio de 2009

HOTEL VICTORIA


Rendido al cálido aire que respiro
—sombra que se pierde en la sombra—
permanezco quedamente
bajo la marquesina del jardín,
las horas pasan lentas como cigüeñas
mientras una tórrida corriente de aire
hace temblar los pétalos de las surfinias

Los pájaros cruzan el cielo como saetas
y un gorjeo se derrama
entre las palmeras abiertas como plumeros
cuyas nítidas sombras
parecen arañas dibujadas en la pared

La luna es tan solo una tenue pincelada
blanquecina y difuminada
como la primera versión de un poema,
ambos sabemos esperar,
ella a que llegue la noche
yo a que llegues tú con tu caminar pausado
con tu sonrisa de golondrina
te sentarás a mi lado
y preguntarás como siempre
“¿en qué piensas?”
“ya sabes, en mis cosas”, —te diré
y después, iremos juntos a pasear
hasta que la dorada luz del ocaso nos abrace.



Lander Laborde
Primavera 2009

lunes, 18 de mayo de 2009

UNA SOMBRA DERRAMADA


Me gusta pasear junto al mar al atardecer,

se acercan las olas a la orilla
se agigantan se derrumban
se deslizan suavemente
lamiendo la dorada piel de arena
y después la penetran hasta dejar
sobre el húmedo reflejo del cielo y la bahía
un blanquecino rastro de abandono

Recostada sobre el frío suelo
como una sombra derramada
María no puede ver la mar,
sólo tiene ojos para su regazo
mientras aguarda el consuelo de una moneda
tal vez el caballero de elegante sombrero
tal vez la joven de las botas de cuero
tal vez…
la gente pasa y pasa a su lado
María alza su lánguida mirada
extiende el cuenco de su mano
susurra una súplica
pero nadie quiere ver su rostro
nadie se detiene
nadie pregunta su nombre
y la gente pasa y pasa

En mis ojos la débil sombra del tamarindo
en los suyos se cerró la noche
en mis manos la luz escrita de un pensamiento ajeno
las suyas son un cuenco vacío,
entre ambos un mar de infortunios
y la gente que pasa,
poco a poco se acuesta el sol con su antifaz de nubes
se deshacen las sombras y el aire es frío
en su rostro un reflejo desvaído
y en sus manos el cuenco vacío.



Lander Laborde

Invierno 2008