Quiero una huelga total
en
la que todo el mundo pare
fábricas comercios y colegios
bares transportes y ministerios
Quiero retirar la venda de
los ojos
y
el bozal del miedo
que
ahoga la palabra
quiero que la gente inunde
las calles
y
tiemblen los poderosos
ante
el clamor de la protesta
quiero que el viento se quede
dormido
en
las simas más profundas de la tierra
y
que las nubes descansen ese día
quiero que los barcos se queden
en los puertos
y
la mar se convierta
en
el mayor de los desiertos
quiero oír el silencio en los
bosques y en los ríos
que
no canten los pájaros
y
permanezcan en sus ramas
picos
cerrados, alas cruzadas
Quiero una huelga total
en la que todo el mundo pare
ladrones que no roban
policías que no torturan
ejércitos que no matan
curas que no predican
Pero al día siguiente
al
volver al laberinto otra vez
cuando los “informaturbios”—que
nunca hacen huelga—
nos
ahoguen con una lluvia
de
porcentajes manipulados
cuando los burócratas
sindicales
se
pongan las medallas
cuando los empresarios
recuperen lo perdido
con
el arma del despido
cuando todos seamos un poco
más pobres
y
todo siga como antes…
¿Quién se atreverá entonces
a levantar la bandera
definitiva
de la desobediencia civil?
Lander Laborde
Primavera 2009