Desde la
supuesta sopa de bacterias primigenia
millones de años
de evoluciónhan hecho posible
la mosca
doméstica
díptero cuyo
cerebro es una computadora de alta velocidad
campo visual de trescientos sesenta grados
y pantalla convexa con miles de facetas
capaz de planear la fuga en milésimas de segundo
y batir sus alas doce mil veces por minuto
La contemplo con
admiración
mientras limpia
sus patas en el cristal de la ventanay observa con poliédrica mirada
mis ojos miopes
mis ruinas varias
mis movimientos torpes
No sabe la mosca
la suerte que ha tenido
de no ser yo.